Más Allá del Colocón: Desentrañando los Vínculos entre Cannabis, Hormonas y Apetito
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Índice Artículo "Más allá del colocón: Desentrañando los vínculos entre cannabis, hormonas y apetito" |
Introducción
En el cruce entre la ciencia y la sociedad, la percepción del cannabis ha experimentado un cambio significativo en las últimas décadas. Se podría decir que se está desplegando un telón revelador sobre los efectos del cannabis en las hormonas que dictan nuestras pautas alimenticias.
Más allá de los estigmas culturales y las percepciones preconcebidas, este estudio se adentra en el terreno poco explorado de cómo el cannabis puede influir en las hormonas vinculadas al apetito.
Este artículo introduce el funcionamiento del apetito en el ser humano. A su vez, resume dos estudios que han sido innovadores y desafiantes en la relación del cannabis con las hormonas y nuestras ansías de comer. ¡Quédate con nosotros!
¿Cómo funciona el apetito?
Primeramente, tenemos que saber cómo funciona el apetito en el organismo para luego comprender el efecto que tiene el cannabis en el mismo. Así que, ¡vamos allá!
El apetito en los seres humanos es un proceso muy complejo. Por así decirlo, está regulado por una inmensa red de señales y sistemas. Es como si tu cuerpo fuera un equipo increíblemente grande y sincronizado que, gracias a su gran inteligencia, puede controlar cuando tienes hambre y cuando estás lleno.
Para poder llevarse a cabo este proceso, intervienen diferentes hormonas y sistemas. Vamos a explicar esto de una forma simplificada y sencilla:
1. Hormonas edl Hambre y la Saciedad
Grelina: esta hormona es conocida como la “hormona del hambre”. Es liberada principalmente por el estómago cuando está vacío y actúa en el cerebro, especialmente en el hipotálamo, para estimular el apetito. Se podría decir que esta hormona es la que te susurra al oído “Oye tengo hambre, quiero comer, dame comida”.
Leptina: esta otra hormona es conocida como la “hormona de la saciedad” y proviene del tejido adiposo (grasa). Su función es enviar señales al cerebro indicando que el cuerpo ha almacenado suficientes reservas de energía. Se podría decir que es la que te susurra al oído “No comas más, has comido suficiente, tenemos suficientes reservas, para de comer”.
2. Sistema Endocannabinoide
Receptores CB1 y CB2: estos se encuentran distribuidos por todo el organismo. Si quieres saber más sobre el sistema endocannabinoide consulta nuestro Artículo "Conoce a Raphael Mechoulam y el Sistema Endocannabnoide"
Activación de los receptores: la activación de estos receptores, ya sea por cannabinoides naturales del cuerpo (endocannabinoides) o por cannabinoides externos (como los del cannabis), puede modular el apetito y la ingesta de alimentos.
Diciéndolo de otra forma, es como si se tratara del equipo cannabinoide, encargado de detectar las señales para activar un interruptor en el cerebro y en el cuerpo, y, hacerte llegar el mensaje de hambre.
3. Vías Nerviosas y Señales del Sistema Digestivo
También influyen señales nerviosas del sistema digestivo como puede ser la distensión gástrica (el estómago se estira) y la liberación de diferentes nutrientes que influyen en las sensaciones de hambre y saciedad.
Es decir, es como si el estómago y sus amigos enviaran mensajes al equipo cuando están llenos o cuando necesitan más comida. Sería algo así como “Oye necesitamos más combustible” o “Estamos muy llenos…no necesitamos más comida”
4. Factores Psicológicos y Ambientales
No podían faltar los factores psicológicos y ambientales. Solemos olvidarnos de estos, pero son esenciales en el buen funcionamiento de nuestro organismo. Tanto las experiencias personales como las emociones o los factores ambientales afectan a los hábitos alimenticios. Es muy importante que mantengamos un equilibrio mente-cuerpo y que nos alimentemos de una forma saludable.
A modo resumen, hay que quedarse con la idea de que el apetito es un proceso multifacético que involucra una interacción compleja de señales hormonales, nerviosas y psicológicas. Se podría decir que es un gran equipo que baila de forma coordinada enviando señales y mensajes que ayudan a la persona a equilibrar el hambre.
¿Influye el cannabis en el apetito?
En primer lugar, recalcar, que se han realizado diversos estudios sobre esta temática, pero aún queda mucho camino por descubrir… ¡Empecemos!
Los estudios concluyen que el consumo de cannabis tiene efectos variados en el apetito humano. Es importante, tener en cuenta que los cannabinoides presentes en el cannabis interactúan con el sistema endocannabinoide del cuerpo, que regula diversas funciones fisiológicas, incluyendo el apetito y el metabolismo. Además, como mencionamos anteriormente, los receptores cannabinoides CB1 y CB2, presentes en el sistema nervioso y otros órganos periféricos, desempeñan un papel clave en esta regulación.
En diferentes investigaciones han concluido que el consumo de cannabis (fumado, vaporizado o ingerido) puede aumentar el apetito de manera aguda, estimulando la ingesta de alimentos y promoviendo el almacenamiento de energía en tejidos adiposos. Por otro lado, también se han obtenido resultados ante el uso crónico de cannabis, asociado, en algunos casos, con una menos prevalencia de obesidad y diabetes.
Otros resultados han sido los que han relacionado el cannabis con las hormonas implicadas en la regulación del apetito (grelina, leptina, GLP-1), obteniendo como resultado un aumento significativo de estas hormonas ante el consumo de cannabis. Por ejemplo, se ha observado que la administración de cannabis oral aumenta las concentraciones de grelina total en sangre, mientras disminuye las de GLP-1.
Por último, cabe mencionar que, además, se han identificado diferencias en las respuestas entre consumidores ocasionales y frecuentes de cannabis.
En resumen, el cannabis sí influye en el apetito de las personas aunque, debemos esperar un poco más para obtener mejores resultados sobre su influencia en el apetito.
¿Cómo afecta el CBD al apetito?
Te estarás preguntando si el CBD afecta de la misma forma en el organismo que el THC.
La respuesta es no. El CBD no afecta de la misma forma que el THC en el apetito, pero si que los estudios están demostrando que, el CBD, también contribuye en el proceso del apetito y metabolismo. Te explico..
Empecemos haciendo mención a lo que es el CBD o también conocido como Cannabidiol. Este cannabinoide es un componente no psicoactivo del cannabis. A diferencia del tetrahidrocannabinol (THC), el CBD no activa directamente los receptores cannabinoides CB1 y CB2, que son fundamentales en la regulación del apetito. Sin embargo, el CBD puede tener efectos indirectos y complejos en el sistema endocannabinoide.
Algunas investigaciones sugieren que el CBD puede tener un papel en la modulación de la ingesta de alimentos y la homeostasis energética. Aunque los mecanismos precisos no están completamente comprendidos, se ha observado que el CBD podría afectar la expresión de genes y proteínas relacionadas con el metabolismo y la regulación del apetito.
Otros estudios preclínicos han indicado que el CBD podría tener propiedades que contrarrestan el aumento del apetito asociado con el THC. Además, se ha propuesto que el CBD podría tener potencial en el tratamiento de trastornos metabólicos, como la obesidad y la diabetes, aunque se necesitan más investigaciones para confirmar estos efectos y comprender mejor su mecanismo de acción.
En resumen, el CBD parece influir en la regulación del apetito y el metabolismo de manera compleja, pero aún es necesario realizar más investigaciones para desentrañar completamente estos efectos y determinar el potencial terapéutico del CBD en trastornos relacionados con la alimentación y el peso.
Tabla Comparativa CBD & THC
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Resumen Estudio de Sage Journals
En este apartado os vamos a hablar de un estudio de Journal Pshycopharmacology llamado “Exploring the munchies: An online survey of users’ experiences of cannabis effects on appetite and the development of a Cannabinoid Eating Experience Questionnaire”.
A modo resumen, decir que este estudio se realizó con una extensa encuesta en línea con consumidores de cannabis utilizando el Cuestionario Exploratorio de Experiencia Alimentaria con Cannabinoides (CEQQ).
Participaron un total de 591 personas en una validación exploratoria, 163 para el análisis factorial y otras 40 personas para un test de confiabilidad test-retest.
El análisis reveló 2 factores:
Hedónico: Relacionado con el disfrute y aspectos sensoriales de la alimentación.
Apetitivo: vinculado a factores motivacionales para iniciar o promover la alimentación.
A través del test CEEQ se concluyó que efectivamente el cannabis influye principalmente en los factores motivacionales para iniciar la alimentación y en los factores hedónicos para mantenerla. Así mismo, se concluyó que el CEEQ es una herramienta valiosa para futuras investigaciones sobre los efectos del cannabis en el comportamiento alimentario, destacando la complejidad de los factores psicológicos involucrados en esta interacción.
Resumen Estudio de Translational Pshychiatry
Para comenzar, contaros que este estudio destaca la complejidad del impacto que supone el cannabis en la salud para comprender más en profundidad cuáles son sus efectos fisiológicos y conductuales. Se basa en la importancia que tiene el sistema endocannabinoide, especialmente en el hipotálamo, en la regulación del apetito y la homeostasis energética.
El estudio exploró los efectos farmacodinámicos y farmacocinéticos del cannabis en consumidores ocasionales y frecuentes, empleando una variedad de vías de administración. Utilizaron además un diseño aleatorizado y de doble ciego para reforzar la validez de los resultados.
Para su realización, la investigación implementó rigurosos procedimientos para la extracción y medición de muestras sanguíneas en diferentes momentos durante las sesiones experimentales. Además, se utilizaron diferentes métodos específicos como la “cromatografía líquida-espectrometría de masas de tándem” y “kits de ensayo ELISA”, que aseguran la precisión en las mediciones de THC y hormonas.
A su vez, se emplearon herramientas estadísticas sólidas y enfoques exploratorios que proporcionaron una visión integral de la interacción del cannabis y los marcadores hormonales.
Los resultados concluyen que hay diferencias significativas en las concentraciones sanguíneas de THC según la vía de administración. Además, también se observó los efectos en marcadores endocrinos como la insulina, GLP-1 y la grelina total, indicando una influencia del cannabis en la regulación hormonal.
Para que veas de forma más clara cómo afectan las diferentes formas de administración del cannabis en el organismo, hemos elaborado esta tabla. No obstante, te animo a que leas el estudio:
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AUC: constituye la medida más importante de la biodisponibilidad de un fármaco. Relaciona las variaciones de la con- centración plasmática del mismo en función del tiempo.
Cmax: Concentración máxima.
Tmax: Tiempo máximo.
Insulina: hormona liberada por el páncreas como respuesta a la presencia de glucosa en la sangre.
GLP-1: hormona intestinal sintetizada en las células L intestinales cuya secreción depende de la presencia de nutrientes en la luz del intestino delgado.
Grelina: hormona gástrica que regula el apetito y la homeostasis nutricional.
Resumiendo, en el estudio (el cuál recomendamos leer) los resultados más destacables y concluyentes son los siguientes:
La relación entre el consumo de cannabis, las vías endocrinas y las conductas alimentarias es bidireccional, señalando la interconexión entre el sistema cannabinoide y los procesos metabólicos.
La diversidad de las dosis y las condiciones simuladas junto con el diseño aleatorizado y de doble ciego permitió una comprensión más profunda de cómo el cannabis afecta a diferentes usuarios. Estos hallazgos no solo han contribuido al conocimiento científico, sino que también, han tenido una implicación en el diseño de futuros estudios, así como, en la formulación de políticas relacionadas con el consumo de cannabis.
Gracias a los métodos específicos utilizados durante la extracción y medición de las muestras sanguíneas, se consiguió proporcionar una visión completa de los cambios en las concentraciones sanguíneas a lo largo de la sesión. Con ello, se respaldó la fiabilidad de los resultados obtenidos en relación con el impacto del cannabis en los marcadores endocrinos evaluados.
El uso de modelos estadísticos avanzados, como LME, permitió una evaluación completa de los marcadores endocrinos con relación al consumo de cannabis.
Los resultados concluyen que hay diferencias significativas en las concentraciones sanguíneas de THC según la vía de administración.
En conclusión, este estudio reveló nuevas vías de investigación con el objetivo de conocer en profundidad el impacto fisiológico del cannabis. Destaca el descubrimiento de que los efectos del cannabis en nuestro cuerpo son diferentes según la forma de consumo que tengamos.
Conclusión Final
El consumo de cannabis ejerce efectos diversos en el apetito humano al interactuar con el sistema endocannabinoide del cuerpo, que regula funciones como el apetito y el metabolismo. Los receptores cannabinoides CB1 y CB2 desempeñan un papel crucial en esta regulación.
El consumo agudo de cannabis, ya sea por fumar, vaporizar o ingerir, puede aumentar el apetito de manera inmediata y promover el almacenamiento de energía. En contraste, el uso crónico de cannabis se ha asociado en algunos casos con menor prevalencia de obesidad y diabetes, aunque los mecanismos exactos no se comprenden completamente.
La relación entre el cannabis y hormonas que regulan el apetito, como grelina, leptina y GLP-1, es compleja y varía según la forma de consumo. Por ejemplo, el cannabis oral aumenta las concentraciones de grelina total mientras disminuye las de GLP-1.
Se observan diferencias en las respuestas entre consumidores ocasionales y frecuentes de cannabis.
Aunque se requiere más investigación para comprender completamente estos efectos y su implicación en la homeostasis energética, estos hallazgos subrayan la complejidad de la relación entre el cannabis y el apetito, que va más allá de simplemente estimular o reducir la ingesta de alimentos.
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